El porqué de "El Pastor que navegaba contra corriente".

Con esta entrada se da por iniciado este nuevo blog que pretende abordar la complicada situación por la que está atravesando el sector de ovino de leche y los retos a los que se enfrentan aquellos jóvenes que pudieran haber decidido incorporarse a esta actividad recientemente.

Contrariamente a lo que cree gran parte de la opinión pública, los ganaderos de ovino de leche (y por extensión los ganaderos en general) no viven de las subvenciones. Ni siquiera con ellas se puede llegar a una cuenta de resultados positivos razonablemente aceptables. Por otro lado, estas subvenciones ya tienen fecha de desaparición, al tiempo que han entrado en una tendencia de reducción en su cuantía.

En este escenario tan poco alentador cada día se hace más evidente el aumento de nuevos obstáculos que vienen a unirse a los que ya tenían que hacer frente estos ganaderos:

• estancamiento de precios en origen (cuando no bajada) de sus productos: leche de oveja y corderos. Esto se traduce en una pérdida notable de la renta agraria, si se considera que ésta no es ajena a la evolución del IPC.
  
• más y más requisitos de tipo sanitario, medio ambiental y de gestión ganadera que no hacen sino que incrementar los costes de producción.
• fuerte subida de los piensos, que es uno de los gastos más importantes de una explotación de ganado ovino de leche, todo ello debido en principio al desvío de cada vez mayor parte de la cosecha agrícola para la producción de biodiesel, aunado a unas malas cosechas y a un fuerte incremento en su demanda.
• no repercusión de estos costes adicionales, ni de una compensación por la pérdida de renta agraria a los precios en origen.
  

Los jóvenes ganaderos se encuentran en una situación aún peor, puesto que acaban de realizar fuertes inversiones para iniciar una actividad que les ilusiona, pero que una vez son conscientes de la situación complicada a la que se enfrentan, quedan invadidos por un temor irremediable nada más pensar cómo van a devolver el dinero que han recibido en préstamo, si la actividad iniciada ni siquiera da beneficios.

Es paradójico como la Junta de Castilla y León pretende estimular el relevo generacional en la ganadería con ayudas a la incorporación por un lado, y por otro cierra los ojos a la lamentable situación del ovino de leche dejando a la deriva a estos jóvenes en un negocio que no augura beneficios y con unos compromisos económicos con los bancos que les han prestado parte del dinero de la inversión. Por si eso, fuera poco, las ayudas a la incorporación recibidas están sujetas a la permanencia durante cinco años... es decir, se ven obligados (si no cambia el panorama) a estar cinco años perdiendo dinero.

En este escenario, donde se presentan a cada paso más y más obstáculos, tiene cada vez más sentido el título que ha recibido este blog:
El Pastor que navegaba contra corriente.

Lo paradójico es que no lo escriba un ganadero de ovino, sino un consultor informático. Y es que, modestamente, creo que tanto por mi fuerte implicación en la nueva explotación ganadera que mi hermano ha decido iniciar en Lumbrales (Salamanca) como por la búsqueda de información relacionada con este sector, tengo material suficiente para reflejar la realidad de este sector y los innumerables obstáculos a los que se enfrenta.