domingo, 11 de noviembre de 2007

Vivir (bien) viendo como todos los productos se encarecen...



Casualidad, o no, la cuestión es que en la edición digital del diario EL PAIS han aparecido varios artículos en cierta medida relacionados y que vienen a hablar de las tendencias alcistas de varios productos cotidianos y cómo afectan al ciudadano de a pie.

Intentaré establecer ese nexo de unión existente entre ellos en esta entrada de mi blog.

En lo que entonces parecía un ejercicio de fantasía, el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs predijo en 2005 que los precios del petróleo llegarían a 105 dólares por barril a lo largo de esta década. "Nadie duda ahora de que el crudo puede alcanzar incluso los 150 o los 200 dólares", afirma Mariano Marzo, catedrático de Recursos Energéticos de la Universidad de Barcelona.


Así reza en el artículo "Vivir (bien) con el petróleo a 100 euros". China y la India desean seguir el estilo de vida que ha venido teniendo todo occidente. Eso implica, entre otras cosas, el deseo de disponer de un automóvil, que a su vez conllevará una mayor demanda en el consumo de combustibles.
Mayor demanda y producción limitada y contenida.

¿Establecemos paralelismos con la situación por la que atraviesan los cereales?
No se trata de situaciones idénticas, pero sí que se pueden apreciar ciertos paralelismos. En particular es cierto que la demanda es creciente, ya no sólo para el consumo humano, sino también para la alimentación animal y para la producción de biocombustibles. Desde el Gobierno se nos viene diciendo que el elevado precio del cereal está sufriendo ajustes, pero que no nos engañen, difícilmente volverá a los niveles anteriores.

Aumentar la superficie de cultivo ayudará a compensar las últimas retiradas en los cultivos, pero no olvidemos que los biocombustibles cada vez se llevarán más y más parte de esa producción.

El petróleo empuja la inflación en todo el mundo. A pesar de la debilidad del dólar, que amortigua parte del alza de la cotización del crudo, si el petróleo sigue presionando la inflación se disparará. Y las consecuencias pueden ser graves. "Supondría una subida automática de los tipos de interés", explica Josep Oliver, catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona. Y el inicio de un peligroso efecto dominó: "Si suben los tipos, las hipotecas se encarecen. La gente compra menos porque la hipoteca es lo último que deja de pagar. Y si baja el consumo, bajan los beneficios empresariales y con ellos las inversiones. Y empiezan los despidos". Así describe la espiral que conduce a la recesión el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez.
Pero los consumidores van a tener que hacer frenta aún a más adversidades, puesto que no sólo está subiendo el petróleo, sino lo que es peor, muchos productos básicos de la cesta de la compra.

El reportaje "¿Por qué suben los alimentos?" aparecido también en EL PAIS analiza bastante bien las posibles causas según los tipos de alimentos. Especialmente destacable resulta el apartado del ovino (que es el más estrechamente relacionado con la línea de este blog):

- Cordero, la crisis más grave

El sector del ovino atraviesa una de las crisis más prolongadas por los bajos precios en origen durante la mayor parte del año, salvo campañas concretas como la de Navidad, sin que esas cotizaciones se reflejen al consumo. La subida de los precios de los piensos ha agravado los abandonos de la cabaña de hasta un millón de cabezas al año. La oferta se suele cubrir con importaciones de terceros países.
Tras leer este material ya tenemos varias causas que podrían explicar por sí mismas parte de esta situación alcista en los precios de algunos productos. Pero no se ha de olvidar que muchos productos (aún básicos y sin transformar) han de pasar por varias manos antes de llegar al consumidor final. Y es ahí donde determinados interlocultores o intermediarios aprovechan para incrementar sus márgenes, introduciendo nuevas subidas en los productos alimenticios.

En la entrevista que varios internautas han podido realizar con Ileana Izverniceanu (Portavoz de la OCU) el pasado día 8 de Noviembre de 2007 se abordaron algunos puntos muy interesantes.







Si las prácticas abusivas de determinados intermediarios son de sobra conocidas, ¿por qué no interviene el Gobierno? Recordemos que sectores como la energía están intervenidos y la CNE viene expedientando y sancionando a determinados operadores energéticos por prácticas de competencia desleal.

Pero no olvidemos que vivimos en España, y parece ser que "todo va bien".

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